Para la mayoría de nosotros, el acto de lavarse es una parte rutinaria y sin complicaciones del día a día. Sin embargo, cuando se trata de astronautas viviendo en la Estación Espacial Internacional (ISS), las cosas se vuelven un poco más complejas. Con 20 años de ocupación continua desde noviembre de 2000, los astronautas han tenido que aprender a adaptarse a un entorno sin gravedad, donde incluso las tareas más básicas requieren soluciones creativas e innovadoras.
Higiene en el espacio: desafíos cotidianos
El desafío del agua
En la ISS, el agua es un recurso precioso y limitado que debe ser reciclado y reutilizado. A diferencia de la Tierra, no hay grifos ni duchas con agua corriente.
Lavado en microgravedad
Incluso acciones simples como frotar las manos o manejar una toalla pueden resultar en gotas de agua dispersas flotando libremente, lo que supone un riesgo para los equipos electrónicos a bordo. Esto requiere estrategias cuidadosamente planificadas para controlar y contener el agua durante el proceso de lavado.
Pero estos desafíos no terminan aquí. Incluso ir al baño representa su propio conjunto de dificultades.
“Space Poop Challenge”: buscando soluciones innovadoras
Sistemas sanitarios espaciales
Los astronautas deben usar sistemas sanitarios especiales para manejar sus necesidades biológicas. Para evitar que los desechos floten por el espacio, estos sistemas utilizan una combinación de aspiración y contención.
El “Space Poop Challenge”
La NASA incluso lanzó un concurso público llamado “Space Poop Challenge” en 2016 para encontrar soluciones innovadoras a este problema. El objetivo era diseñar un sistema que pudiera gestionar las evacuaciones humanas durante largos periodos de tiempo, especialmente en caso de emergencias cuando los astronautas deben permanecer en sus trajes espaciales.
Superar estos desafíos es solo una parte del día a día de vivir en la ISS.
Rutina de higiene personal a bordo de la ISS
Baño sin agua corriente
En lugar de ducharse como lo haríamos en la Tierra, los astronautas deben usar pequeñas cantidades de agua reciclada con jabón para lavarse. Este proceso debe realizarse cuidadosamente para evitar dañar el equipo con gotas sueltas.
Tiempo dedicado a la higiene
Aunque suena complicado, los astronautas dedican una cantidad similar de tiempo a la higiene personal como lo harían en la Tierra. Este esfuerzo es crucial para mantenerse saludable y cómodo durante su estancia en el espacio.
Vivir en el espacio también plantea problemas únicos cuando se trata de ropa.
Gestión de la ropa: entre limitaciones e innovaciones
Cambiar la ropa en el espacio
Los astronautas no pueden lavar su ropa en la ISS . En cambio, tienen una cantidad limitada de ropa que se desecha después de un cierto número de usos. La ropa interior se cambia cada dos días, mientras que los pantalones y las camisetas pueden durar una semana.
Nuevas soluciones para la ropa espacial
Para abordar este desafío, la NASA está explorando nuevas soluciones como tejidos autolimpiantes y tecnología antimicrobiana para aumentar la vida útil de la ropa en el espacio.
A medida que continuamos explorando y comprendiendo cómo vivir y trabajar en el espacio, estos desafíos solo servirán para impulsar más innovaciones.
A lo largo de estas dos décadas en la ISS, hemos aprendido mucho sobre cómo manejar la higiene personal en un entorno tan único. Desde enfrentarse a las restricciones del agua hasta encontrar formas creativas de manejar los residuos humanos, los astronautas nos han demostrado que incluso en las condiciones más extremas, podemos adaptarnos e innovar. Esto es solo un vistazo a lo que implica vivir en el espacio y sin duda continuaremos aprendiendo y creciendo a medida que avancemos en nuestra exploración del cosmos.
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