En el corazón del Mediterráneo, la ciudad de Marsella emerge como un mosaico de experiencias y paisajes. Con su rica historia, vibrante arte callejero y gastronomía inolvidable, es un destino que se puede explorar intensamente en un solo día. Aquí te presentamos una guía para descubrir los imprescindibles de Marsella en 24 horas.
El Puerto Viejo de Marsella: una parada obligatoria
Un amanecer animado
Inicia tu jornada en el Puerto Viejo (Vieux-Port), donde puedes disfrutar del bullicioso mercado de pescado. Este lugar ha sido el latido del corazón marítimo de la ciudad desde tiempos antiguos y ofrece una auténtica mezcla de lo viejo y lo nuevo, con barcos pesqueros tradicionales compartiendo espacio con lujosos yates modernos.
Vistas panorámicas desde el Hôtel de Ville
Desde aquí, puedes apreciar la majestuosidad de la Basílica Notre-Dame de la Garde, la guardiana icónica de la ciudad, que se alza soberana sobre las colinas.
Tras un inicio tan dinámico, prepárate para sumergirte en el pasado histórico de Marsella.
La pintoresca belleza del Panier: inmersión en el barrio histórico
Caminando por calles cargadas de historia
Pasea por las estrechas callejuelas empedradas del Panier, el barrio más antiguo de Marsella. Sus fachadas coloridas, tiendas de arte y rincones con encanto te transportarán a otra época.
La majestuosidad del Hôtel Dieu
No puedes dejar de visitar el Hôtel Dieu, uno de los edificios más emblemáticos del barrio, testigo de siglos de historia.
Tras esta visita al pasado, es hora de fusionar la historia con la modernidad.
MuCEM y Fort Saint-Jean: una cita cultural entre historia y modernidad
Un museo con vistas
El Museo de las Civilizaciones de Europa y el Mediterráneo (MuCEM) no solo es un hito arquitectónico impresionante, sino que también ofrece panorámicas espectaculares desde sus jardines.
Un fuerte lleno de historias
Continúa tu recorrido hasta el adyacente Fort Saint-Jean, donde podrás perderse en sus laberínticas fortificaciones mientras aprendes sobre la rica historia marítima de Marsella.
Después de empaparte de cultura e historia, dirígete a uno de los puntos más altos y espirituales de la ciudad.
Notre-Dame de la Garde: panorámica y espiritualidad sobre la ciudad marsellesa
Peregrinación hasta « la Bonne Mère »
Atrévete a subir hasta la Basílica Notre-Dame de la Garde, conocida cariñosamente por los lugareños como « la Bonne Mère ». Desde allí, disfrutarás de una vista panorámica inigualable de Marsella.
Después de tanta caminata, seguro que te ha entrado el hambre.
Descanso gastronómico en Marsella: ¿dónde degustar las especialidades locales ?
Sabor marsellés
Prueba las auténticas navettes, un dulce tradicional marsellés, o déjate seducir por el auténtico bouillabaisse, el famoso guiso de pescado de la región.
Una vez recargadas las energías, vamos a descubrir el lado más creativo y colorido de la ciudad.
Cours Julien y arte callejero: los colores creativos de Marsella
Un barrio lleno de color
El ecléctico Cours Julien es conocido por su vibrante escena artística callejera. Aquí encontrarás murales impresionantes que convierten este barrio en una galería al aire libre.
Para finalizar tu viaje a través del tiempo y la cultura, recordemos los puntos claves que hacen de Marsella un destino irresistible. Un día no parece suficiente para descubrir todos sus encantos; desde su bullicioso Puerto Viejo hasta la tranquilidad del Panier, pasando por la fusión moderna del MuCEM con Fort Saint-Jean, sin olvidar las vistas panorámicas desde Notre-Dame de la Garde y los sabores únicos de su gastronomía. Y, por último, el colorido y creativo Cours Julien. Marsella es una experiencia que no querrás perderte.
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