Una inglesa enfrenta una multa considerable por intentar donar sus muebles de Ikea.
La generosidad a veces tiene un costo inesperado. Esta mujer lo descubrió al intentar regalar uno de sus muebles de Ikea. Pero en lugar de agradecimiento, recibió una multa.
Ofertas de regreso a clases que te encantarán
Con miles de productos y precios bajos, Ikea es una tienda indispensable para amueblar tu hogar. Es un hecho que visitar Ikea es una excelente opción para equipar tu casa.
Especialmente en esta temporada de regreso a clases, cuando los presupuestos están ajustados y hay muchas compras que hacer. Para ayudarte, la marca ofrece impresionantes ofertas. Como este truco para comprar muebles a menor costo.
Solo tienes que visitar la sección « segunda vida » en el sitio web de Ikea. Ahí encontrarás los productos habituales de la marca, pero con grandes descuentos. Es perfecto para amueblar tu casa sin gastar mucho, pero con los artículos favoritos de los clientes.
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Elegante y económico, esta lámpara simple y eficiente es la favorita de muchos clientes. ¿Por qué no sería la tuya también? Los productos de Ikea gustan a muchos. Optar por ellos también garantiza que puedas venderlos fácilmente si decides deshacerte de ellos.
De hecho, sitios de segunda mano como eBay, Vinted o Leboncoin están llenos de anuncios vendiendo productos de Ikea. A veces, incluso, hay personas generosas que prefieren donarlos.
El don de su mueble Ikea le salió caro
Eso le pasó a una inglesa que tuvo la desafortunada idea de ser demasiado generosa. La historia ocurrió en Bournemouth, al sur de Inglaterra.
Según el Daily Mail, Isobel, una mujer de 42 años, tuvo que pagar una multa por intentar donar sus muebles Ikea a su comunidad.
Para que cualquiera pudiera recoger su armario y cómoda, la madre de familia los dejó a la vista en la calle. Les pegó una hoja A4 indicando que los muebles eran gratuitos. Una cómoda más pequeña también estaba disponible.
Pero este acto, aparentemente lleno de generosidad, fue interpretado como abandono ilegal por el ayuntamiento. Resultado: Isobel tuvo la desagradable sorpresa de recibir la visita de un funcionario del Consejo de Bournemouth.
Él no dudó en multarla con 500 libras esterlinas, un poco menos de 600 euros, a pagar en 14 días. Una sanción que Isobel considera injusta.
«Vivo en esta propiedad desde hace 12 años y veo a gente del barrio dejando cosas afuera probablemente cada dos días. Se trata de reciclar cosas que ya no quieren», protesta Isobel, quien niega la acusación de abandono ilegal por el don de sus muebles Ikea.
«Es simplemente inmoral», denuncia la británica, quien cree que su caso solo sirvió para que el ayuntamiento de Bournemouth recaudara dinero.
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