Cada rincón de tu hogar puede volverse más cálido en otoño e invierno usando mantas: los secretos de los expertos para sacarles el máximo provecho.
Los días fríos nos invitan a pasar más tiempo en casa. En otoño, empezamos a valorar ese ambiente acogedor que solo un verdadero hogar puede ofrecer, y este sentimiento nos acompaña durante todo el invierno.
Volver a casa tras un día ajetreado se convierte en un placer, especialmente cuando el hogar es un refugio cálido y no solo un conjunto de habitaciones frías. La sensación de confort y calidez no depende solo de la calefacción. La decoración de temporada se transforma, llenándose de elementos que crean un ambiente armonioso.
¿Cuántas veces nos hechizan las imágenes de las tiendas de diseño en invierno? Los expertos saben aprovechar incluso los accesorios más pequeños, convirtiéndolos en detalles de estilo imprescindibles. Este es el caso de las mantas, que se destacan no solo en el dormitorio. Siguiendo algunas ideas simples, tu hogar lucirá renovado y muy “cozy” para el otoño e invierno.
Aportar calidez y estilo usando mantas en casa
Una decoración que invite a pasar tiempo en casa debe ser acogedora en la temporada fría. Tanto los habitantes como los invitados buscan sentirse cómodos y cálidos. Aquí es donde las mantas juegan un papel esencial, a menudo subestimadas como elementos que suman riqueza y estilo. Al sacar las más suaves del armario, descubrirás cuánto pueden aportar, más allá de la cama.
Detalles que transforman espacios con mantas
Los diseñadores entienden el poder del “efecto cascada”. Nada sigue un patrón rígido. Una manta se coloca aparentemente al azar sobre el sofá, desde el respaldo hasta el asiento, como si acabara de ser dejada ahí. Esto invita a acomodarse y cubrirse mientras ves una película. Haz lo mismo con sillones y sillas. Coloca un plaid o una manta ligera sobre un brazo, mostrando que nada es casual. Sentarse frente a la chimenea será aún más placentero.
Mantas como elementos decorativos
Más allá de su utilidad práctica, las mantas se convierten en hermosos elementos decorativos. Colores vibrantes que combinan o contrastan con la decoración, texturas suaves, llenan los espacios vacíos. Piensa en bancos, pufs y ventanas. Una manta bien colocada añade dimensión y suaviza el minimalismo con un aura cálida.
El toque final en el dormitorio
El dormitorio también se beneficia del uso inteligente de las mantas. En invierno, juega con varias capas. Los expertos nunca usan solo una manta, sino un equilibrio de texturas: finas, voluminosas, de lana o peludas. Estas se colocan principalmente al pie de la cama, alternando colores y estilos con precisión. Un consejo adicional: añade más cojines, igualando el número de mantas, para completar la armonía y crear el refugio “cozy” perfecto para las noches frías.
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