El beige deja de ser el neutro para el dormitorio: descubre el encanto romántico y chic de nuevos tonos.

Durante años, el beige ha sido el rey de los dormitorios, pero ahora una tonalidad romántica y suave lo reemplaza.

En casa, cada detalle cuenta, pero el dormitorio merece especial atención. Este espacio es nuestro refugio personal, donde nos recuperamos al final del día y guardamos lo más valioso. Elegir el mobiliario adecuado como armarios y cajones es crucial, al igual que una cama cómoda. Sin embargo, hay otros factores esenciales.

La iluminación es vital, pero todavía más lo es la elección del color. Los colores tienen un gran poder sobre nuestro estado de ánimo. Si se eligen mal, pueden generar incomodidad, algo que queremos evitar en un lugar dedicado al descanso.

Nuevas tonalidades que transforman tu dormitorio

Los expertos han recomendado tonos neutros durante años. El blanco representa un estilo minimalista, mientras que el beige aporta confort. Sin embargo, una nueva tendencia está ganando terreno, ofreciendo una atmósfera chic y romántica.

Cómo integrar esta nueva tendencia de color

El beige ha sido un clásico del diseño, desde paredes hasta muebles. Sin embargo, puede carecer de personalidad. Ahora, una nueva tonalidad está conquistando nuestros hogares, ofreciendo un aspecto más refinado.

El rosa: el nuevo neutro en decoración

El rosa, en su versión más suave, se establece como el nuevo neutro. Este color, lejos de ser infantil, es visualmente agradable y transmite serenidad. Pero, ¿cómo incorporarlo en nuestra decoración? Las paredes son el primer paso. El papel tapiz ofrece una forma sencilla de experimentar con el rosa, eligiendo entre patrones vintage, estampados botánicos o combinaciones atrevidas.

Detalles que marcan la diferencia

Los muebles son otra opción. Un toque rosado en el armario o mesillas puede romper la monotonía, sin alterar la estructura del espacio. También el techo puede ser una alternativa para cambiar la atmósfera sin tocar las paredes.

La creatividad se expresa en los textiles. Para quienes prefieren cambios sutiles, las cortinas, mantas y alfombras ofrecen múltiples opciones para jugar con el rosa sin que se vuelva abrumador. Un consejo experto: crea un contraste con otro tono neutro. Combinar el rosa con otros colores similares o con blanco, en lugar del blanco total, dará luminosidad convirtiendo el dormitorio en un oasis de felicidad.