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El nuevo lujo es invisible: los armarios que se integran en la pared y marcan tendencia

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Durante años, traté de adaptarme a armarios desmesurados, desproporcionados para mis espacios. Los cajones se trababan, las puertas chocaban con la cama, y las superficies brillantes reflejaban todo. Fue un caos. Al mudarme a un apartamento pequeño y sencillo, todo cambió. El antiguo armario no encajaba físicamente ni mentalmente. Necesitaba espacio y tranquilidad.

La búsqueda de una solución única

Así comenzó mi búsqueda, que no terminó en un catálogo, sino de la mano de un arquitecto y un carpintero. Diseñamos una solución que no pareciera un armario. Quería una pared continua, sin manijas ni contrastes. No fue fácil, pero el resultado transformó mi habitación. La ropa, maletas y hasta el tendedero se ocultaron. Nadie lo notaría. Esta experiencia me enseñó a ver los muebles de otra manera.

Por qué los armarios invisibles son tendencia

No hay un único modelo. El armario invisible se puede crear de muchas formas, pero el concepto es ocultarlo a la vista. Opté por una estructura empotrada de cartón yeso, con puertas del mismo color que la pared. Sin pomos, solo apertura push-pull. Al principio temía que fuese poco práctico, pero es todo lo contrario. Al abrirlo, está súper organizado. Al cerrar, desaparece. La habitación parece más amplia.

Detalles que marcan la diferencia

Las f.comuras importan. Elegí un lacado mate color crema, pero hay muchas opciones. El tortora es popular, el gris piedra se usa en diseños elegantes, y el greige nunca pasa de moda. Los fanáticos de la madera eligen fresno o roble claro, tratados para no reflejar luz. También hay acabados más texturizados, como efecto cal o cemento, ideales para ambientes industriales. Algunas soluciones incluso usan papel tapiz idéntico al muro: si no te lo dicen, no encuentras el armario.

El armario como solución práctica

La ubicación es clave. En el dormitorio, es el uso más clásico y efectivo. El armario desaparece y disfrutas de una pared despejada. Vi uno en un pasillo largo: dentro había abrigos, detergentes y bolsas, pero por fuera era una pared lisa. En la sala es útil para guardar libros, mantas o incluso la televisión, sin sobrecargar el espacio. En open spaces, permite dividir áreas de día y noche sin usar muros. Terminas con un armario que también actúa como divisor, pero no ocupa espacio visual.

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En cuanto a costos, hay variedad. IKEA ofrece la serie Platsa, personalizable y fácil de ocultar. Leroy Merlin tiene el sistema Spaceo, diseñado para integrarse. Opté por uno a medida, gastando alrededor de 1.800 euros por 3 metros lineales, pero el resultado se integró a la perfección. Para quienes buscan lo mejor, marcas como Lema o Rimadesio superan fácilmente los 5.000 euros. Si tienes un armario decente pero poco atractivo, existen adhesivos o paneles para igualarlo al muro, económico y práctico.

Antes de comenzar, considera algunos aspectos. Necesitas una pared de al menos 60 cm de profundidad, o deberás construir una contrapuerta de cartón yeso. Presta atención a las instalaciones: tuvimos que mover un enchufe y una caja de derivación. No es imposible, pero hay que tenerlo en cuenta. Evita ambientes muy húmedos o paredes torcidas, que dificultan la alineación de las puertas. La precisión es crucial. Con el profesional adecuado, un buen diseño y decisiones sensatas, puedes lograrlo.

Algunas ideas me sorprendieron. Un armario de cemento con manijas verticales talladas: casi brutal, pero perfecto. O puertas push-pull con luces LED internas, que se encienden al abrir. Vi una pared completa con una repisa de madera al centro para libros y objetos: rompe la monotonía y aporta personalidad. En otro proyecto, la puerta de entrada se integró en la misma pared del armario. Nadie sabía dónde estaba la entrada, parecía una galería.

En resumen, lo que parecía un simple armario se convirtió en algo más. Ahora que lo he experimentado, no puedo concebir un mueble en medio de la habitación. Lo quiero en la pared, parte de la pared. Invisible, pero presente. Como esas soluciones que funcionan porque no se notan, pero están ahí, simplificando la vida cada día.

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Pablo Valenzuelita
Soy Pablo Valenzuelita, un apasionado de la información y el análisis crítico. Mi trayectoria profesional está marcada por años dedicados al periodismo y la investigación en múltiples facetas del conocimiento humano. Desde pequeño, siempre tuve una curiosidad innata por comprender cómo funciona el mundo, lo que me llevó a estudiar ciencias políticas y periodismo en la universidad. Posteriormente, he trabajado con diversas *editoriales* y medios de comunicación, desarrollando un profundo interés por temas como la política, la economía, y la ciencia. Aquí en focoeni.com, mi compromiso es proporcionar contenido actualizado y fiable para que nuestros lectores puedan tener una visión clara y precisa de los eventos actuales. Contribuir a este blog me permite compartir mi pasión por la escritura y por mantener informada a nuestra comunidad.