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El settimino: un mueble con historia y funcionalidad en el hogar.
El settimino es un mueble que nuestras abuelas siempre tenían en casa. Su nombre proviene de su estructura: una cómoda con siete cajones, también conocida como el mueble de los siete días.
Este mueble tiene una historia que se remonta al inicio del siglo XIX. Se creó para ayudar a la servidumbre de la nobleza a organizar y utilizar los materiales de manera semanal.
Durante más de un siglo, fue un artículo exclusivo de las clases adineradas. No fue hasta los años 50 y 60 del siglo XX que se popularizó, convirtiéndose en un elemento de tendencia en los catálogos de mobiliario y en todos los hogares. Este mueble ha resistido el paso del tiempo, adaptándose a diferentes estilos y permitiendo a los diseñadores innovar en formas y colores.
Transformaciones del settimino a lo largo del tiempo
El diseño del settimino era elegante y lineal en el siglo XIX. Al principio, se usaba principalmente en dormitorios, y en hogares más humildes, el cajón inferior servía de cuna para los recién nacidos.
La función de cuna quedó atrás, pero sigue siendo esencial. Ya sea que compres un juego de dormitorio completo o lo combines a gusto, la cómoda es imprescindible.
El settimino en otros ambientes
Más allá del dormitorio, el settimino encuentra uso en otras áreas del hogar. Hoy, no necesariamente tiene siete cajones ni un tamaño estándar. Los cajones pueden variar en número y estilo. Por ejemplo, un diseño más alto y delgado se adapta bien al baño. Sus cajones estrechos y profundos son ideales para guardar toallas y productos personales.
Versatilidad en la entrada y el salón
En una versión más cuadrada y con espacios alternos, el settimino es un complemento útil en la entrada. Sus cajones pequeños son perfectos para esos objetos que dejamos al entrar. En el salón, con cajones alargados, se convierte en un práctico mueble para TV, ideal para guardar manteles y otros objetos necesarios.
La evolución del settimino en la decoración moderna
Hoy, el settimino es más que un mueble histórico. Su adaptación a los tiempos modernos lo hace versátil y funcional. Los diseñadores continúan explorando su potencial, asegurando que este clásico nunca pase de moda.
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