Cada vez es más común ver muebles elevados del suelo, colgados en las paredes como si flotaran. Estos muebles suspendidos encuentran su lugar en el baño, el salón e incluso el dormitorio. El diseño ha tomado esta dirección desde hace tiempo, inspirado por líneas limpias y esenciales, a menudo con raíces en el estilo japonés o nórdico. Sin embargo, el éxito de esta tendencia ha sorprendido a muchos, y hasta los apartamentos más pequeños o clásicos se están sumando.
Un enfoque moderno del espacio: la ilusión visual que transforma
Hablemos de funcionalidad. La limpieza es más rápida, sí, pero eso no es todo. Los muebles suspendidos parecen hechos para nuestras vidas actuales. Espacios multifuncionales, rincones estrechos y el deseo de orden sin perder calidez. No se requiere mucho espacio para destacar. Basta con una repisa, una mesita de noche o una consola flotante. Vamos a explorar algunos ambientes clave.
Sala de estar: ligereza y profundidad visual
En la sala de estar, por ejemplo, el mueble para la TV solía ser un bloque pesado en el suelo. Hoy, una base suspendida con puertas lisas transforma el televisor en un elemento flotante. El suelo queda libre, y la pared gana profundidad. Lo mismo sucede con las vitrinas: al estar suspendidas, son ligeras y permiten combinaciones atrevidas, como cuadros grandes o lámparas de brazo lateral.
Baño: optimización del espacio y limpieza
En el baño, el cambio es aún más notable. Cada centímetro importa. Un lavabo suspendido marca la diferencia, especialmente en baños pequeños. El efecto visual es más ordenado y limpio. Espacio libre debajo del mueble fac.coma la limpieza, mejora la ventilación y evita la sensación de encierro. Los armarios suspendidos sobre el inodoro o junto al espejo han regresado con diseños más sobrios.
Dormitorio: elegancia y funcionalidad
En el dormitorio, los muebles suspendidos vuelven con fuerza. Cuando la cama es protagonista, un comodín flotante aligera el ambiente. Algunos optan por largas repisas que también sirven como tocador, otros prefieren cubos en la pared. En ambos casos, el espacio parece más ordenado.
Soluciones inteligentes para entradas y oficinas
El recibidor y la oficina se benefician enormemente de estas soluciones. Una consola suspendida en la entrada despeja el espacio visual al entrar en casa. Una escritorio flotante, si está bien diseñada, es ideal para quienes trabajan desde casa sin una habitación exclusiva. Solo necesitas una pared libre, una silla cómoda y una lámpara.
Marcas accesibles ya ofrecen muebles suspendidos en diversas formas. IKEA sigue siendo un referente, especialmente con la serie BESTÅ para salones y las soluciones de baño ENHET. Mondo Convenienza ofrece alternativas similares a precios competitivos. Para opciones más refinadas, Kave Home, Maison du Monde y La Redoute presentan piezas en madera clara, metal negro o acabados efecto piedra.
Para baños, Ideal Standard y Leroy Merlin ofrecen lavabos y módulos suspendidos con enfoque en la practicidad. Los precios varían: desde 15–20 euros por una simple repisa hasta 600 euros por un mueble completo con acabados especiales. El material y los detalles de montaje influyen considerablemente. En general, es posible amueblar una habitación entera con muebles suspendidos sin exceder el presupuesto de una composición tradicional.
Para combinaciones, la regla es clara: colores claros y líneas esenciales en espacios pequeños, contrastes más fuertes si deseas destacar el mobiliario. Con muebles suspendidos, el resultado es un entorno cuidado, ligero y bien pensado.
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