Hace unos meses, noté que algo faltaba en casa. No era un mueble ni un cuadro, sino algo más sutil. El espacio parecía completo, pero sin vida. Entonces comprendí: había descuidado el espejo. No el del baño, sino uno que reflejara la luz, diera profundidad y aportara carácter a la habitación. Así comenzó mi búsqueda por un espejo con personalidad, que no fuera costoso y que realmente funcionara como pieza decorativa.
Encontrando el espejo perfecto
No esperaba encontrar tantas opciones interesantes. Sin embargo, tres espejos en particular me conquistaron. Hoy en día, los espejos han dejado de ser simples accesorios. En un dormitorio pequeño o en un salón grande, un espejo adecuado cambia la percepción del entorno. Lo mejor es que ahora hay modelos bien diseñados y a precios asequibles, ideales incluso sin un gran presupuesto.
Estilo y presupuesto: una combinación posible
El primero que me sorprendió fue Evelyn de Sklum. Mide 60×160 cm y tiene un marco acolchado en tela rosa que parece suave al tacto. La forma ondulada evoca un estilo vintage de los años setenta, pero su diseño limpio lo hace perfecto para ambientes minimalistas.
Queda genial en un dormitorio neutro, apoyado en el suelo junto a una cortina ligera. También encaja en una entrada moderna, aportando personalidad. Su efecto es de suavidad, suavizando todo a su alrededor. Y a 112 euros, es una gran elección.
Diseño y versatilidad en un solo espejo
Luego está Brina de Maisons du Monde. Un poco más caro, pero visualmente impresionante. Su forma orgánica, enmarcada por un fino metal negro, parece un dibujo a mano alzada. Mide 72×156 cm, ideal para un pasillo largo, una zona de comedor con muebles de madera clara o un estudio con paredes de colores.
El resultado es un punto de luz discreto pero impactante, que se adapta a entornos modernos y clásicos. Queda bien sobre una cómoda baja, acompañado de dos libros y una vela.
El arte y el humor en un espejo único
Por último, está el Liberty Mirror Man de Seletti. Parte de la colección Naked Truth, no deja indiferente. Su forma irónica y sus detalles minuciosos: marco dorado y proporciones equilibradas, logran un balance entre humor y diseño fascinante.
Perfecto para espacios creativos, un baño principal si te atreves, o una sala de estar con paredes oscuras. No es para todos, pero si sabes jugar con el diseño, podría ser tu pieza favorita.
Tres espejos, tres precios, tres formas de enriquecer un espacio. Con pocos elementos bien elegidos, puedes transformar un ambiente. Hoy, el espejo es mucho más que funcional: ¿cuál elegirás? Yo, al final, los compré todos.
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